Escuchamos a menudo la denominación de los más pequeños de la actualidad como neonatos digitales, es decir, personas que han nacido con un entorno digital implantado y que utilizan les rodea desde el primer día.
Las ventajas de contar con este contexto digital una vez se nace, han sido identificadas por los propios responsables de la educación, que cada vez implantan más la formación online en pequeñas dosis a los estudiantes más pequeños, incluso con 2 y 3 años de edad.
La formación online en la edad infantil
Igual que hace décadas la formación a través de capítulos de televisión, normalmente con personajes animados, se demostró que era mucho más efectiva para los más pequeños que una lección presentada de forma tradicional, para las actuales generaciones el entorno digital es lo más óptimo.
Por seguridad, para la edad infantil se sigue apostando por una formación online en entornos cerrados, mediante el desarrollo de plataformas interactivas digitales en formatos aislados como el CD-ROM.
Las capacidades de desarrollo actuales permiten de forma muy sencilla implantar lecciones con simpáticos personajes, que los propios alumnos de tan corta edad son capaces de reconocer y asumir como sus «profesores digitales».
A ello hay que unir la facilidad demostrada de la usabilidad táctil de los dispositivos portátiles, frente a lo complicado que resulta para un niño de esta edad manejar un ratón o un teclado. Esto ha motivado que la formación online incluso para esta edad también se haya desarrollado en términos de evolución creciente.
Formación online en edades adolescentes
A partir de una edad aproximada de unos 10 años los educadores están considerando la implantación de otro tipo de formación online, la que vincula elementos propios de esta metodología educativa con clases presenciales y material complementario físico y/o digital.
El ejemplo práctico más conocido y que está desarrollándose con mayor efectividad es el de las tablets para el colegio, que son aprovechadas por estudiantes de una edad variable de entre 10 y 15 años para sus estudios y ejercicios.
Pese a que todavía estamos ante una generación que se está adaptando a los entornos digitales, esta implantación piensa en realidad en las futuras generaciones, ya en edad infantil, que en pocos años alcanzarán estos cursos con un dominio completo de cualquier dispositivo digital, hasta el punto de que consideren prioritario recibir la formación online dentro de la educación obligatoria.
