La empresa de construcción e infraestructuras Becsa acomete muchos proyectos en los que el factor de sostenibilidad es clave.
También participa en la investigación y el desarrollo de nuevos materiales, herramientas, sistemas y soluciones que ayuden a optimizar cualquier tipo de obra o servicio, siempre pensando en la preservación del medio ambiente como una de las prioridades.
En los entornos urbanos uno de los elementos que más está ayudando a la sostenibilidad es el de la creación de carriles bici. A través de ellos, los ciudadanos pueden desplazarse de una forma rápida, económica y medioambientalmente favorable.
Ahora bien, para la construcción de estos carriles bici hace falta un asfalto especial y aquí también se pueden abordar diferentes opciones de fabricación, con las que mejorar la sostenibilidad de cualquier desarrollo.
En base a esta idea, Becsa y el Grupo de Investigación en Ingeniería de Carreteras (GIIC) de la Universitat Politècnica de València (UPV) han desarrollado un nuevo pavimento que es más sostenible y que se presenta bajo la denominación «BeGreenAsphalt«.
Características del pavimento para carriles bici BeGreenAsphalt de Becsa y la UPV
Este pavimento para carriles bici está elaborado en base a materiales reciclados que provienen de residuos de construcción y demolición, principalmente material cerámico y pavimento asfáltico recuperado o RAP.
Con estos materiales es posible crear un asfalto óptimo para bicicletas y medios de desplazamiento similares, en lugar de utilizar los áridos y ligantes tradicionales que se aprovechan para las mezclas bituminosas de estas infraestructuras.
En concreto, BeGreenAsphalt aprovecha un 50% de áridos de residuos cerámicos y un 50% de RAP, por lo que la mezcla bituminosa que se crea conjuntamente está elaborada con un 100% de material reciclado.
Tiene varias consecuencias favorables a nivel medioambiental. Entre ellas también el hecho de que se reduce el impacto de llevar los residuos cerámicos al vertedero o el RAP, así como también la ventaja de que no hace falta extraer tanta materia prima de las canteras.
El uso de RAP tiene a su vez un beneficio indirecto y es que este material ya tiene una parte de betún. Por tanto, se reduce también la cantidad de ligante necesaria para incorporar a la mezcla.
A nivel práctico, si hay que añadir un 5% de betún, en realidad solamente es necesario aportar dos tercios del material porque el resto viene del pavimento asfáltico recuperado.
Situación actual del proyecto de Becsa
El proyecto BeGreenAsphalt nace a su vez ReCyclingLane, una iniciativa que cuenta con financiación de la Agència Valenciana de la Innovació.
El objetivo principal que se persigue es diseñar pavimentos bituminosos que sean más sostenibles para los carriles bici. Parece que se ha conseguido.
La aplicación de este material permite reducir un 40% los impactos de las materias primas utilizadas, en relación al dióxido de carbono por tonelada que se genera.
Es un gran avance para el sector que, obviamente, no se ha conseguido sin una labor de investigación previa importantísima. Se han analizado seis mezclas con distintos porcentajes de materiales reciclados o reutilizados, con el fin de poder sustituir de forma efectiva los áridos naturales.
También se ha analizado una mezcla bituminosa convencional con un 100% de áridos naturales como referencia para hacer la comparación entre unos desarrollos y otros.
En una primera fase de trabajo, se abordó el diseño y la caracterización de las mezclas bituminosas, para asegurarse de que cumplían las directrices marcadas con respecto a la normativa de carreteras.
Estas directrices identifican la densidad aparente y máxima que debe tener, el contenido de huecos en mezcla y en áridos, su estabilidad y su deformación.
Posteriormente se inició la segunda fase de trabajo, en la que se identificaron las mezclas bituminosas que podrían ser aptas para los carriles bici.
De todos los desarrollos, la mezcla C50R50 (por la relación de 50% de áridos cerámicos y 50% RAP) es la que mejores resultados presentó.
Por el momento se ha realizado la construcción de un tramo experimental de carril bici que contaba con el nuevo asfalto desarrollado por Becsa y la UPV en la localidad de Burriana. Se plantea crear más tramos experimentales en distintas localidades de la provincia de Castellón, con el fin de analizar su eficiencia práctica.