La formación online se concibe como una evolución complementaria de la formación tradicional. Cada vez tiene más peso en el sector docente, pero nunca se ha llegado a ver como un recurso imprescindible.
Sin embargo, sí que lo puede llegar a ser en determinadas situaciones, por ejemplo para los estudiantes que viven en islas como las Islas Baleares o las Islas Canarias.
En estos casos, la formación online ofrece muchas ventajas e, incluso, llega a tener un componente de imprescindible, que les abre las puertas como único recurso a los estudios que desean abordar.
La formación online como recurso económico
La principal ventaja y una auténtica oportunidad para muchos estudiantes de la reputación online, lo representa lo económico que resulta frente a la formación tradicional fuera de las islas.
A los gastos del propio curso se suma todo el traslado y el transporte utilizado durante su desarrollo, así como gastos de vivienda o alquiler y alimentación.
La cifra en algunas situaciones puede ser inalcanzable para la familia del estudiante, cuando la formación online elimina todos los gastos complementarios y se centra exclusivamente en lo que el curso puede costar.
Una forma más rápida y directa de afrontar los estudios
La formación online puede iniciarse al instante, tras un registro oportuno del estudiante. No necesita trasladarse y puede centrarse directamente en los estudios.
De esta forma, sin posibilidad de derivar el tiempo hacia otras obligaciones como el traslado a la Península o la búsqueda de otros servicios, el estudiante puede centrarse completamente en sus estudios.
Las prácticas profesionales en las islas
Uno de los principales problemas que plantea vivir en unas islas es el incierto futuro profesional. Como es lógico, la limitación territorial impide que todos los trabajos tengan la posibilidad de desarrollarse en las islas.
Es más, cuando un estudiante se marcha fuera de ellas a estudiar, en la mayoría de casos en los que puede aprovechar prácticas profesionales, lo hace cerca del centro de estudios. Esto hace aún más difícil su regreso a las islas, sobre todo teniendo la posibilidad de quedarse a trabajar en esa misma empresa.
Sin embargo, la formación online resuelve este dilema. Si el estudiante de las islas realiza un curso online de sus estudios, el centro de formación correspondiente verá más atractivo alcanzar convenios de colaboración con empresas de la misma isla, que pueden ofrecer prácticas profesionales al estudiante.