En este artículo abordamos los 5 mitos de la formación online más frecuentes y analizamos por qué debemos dejar de darles crédito.
Los cursos de formación online se hacen sin profesores
Este es uno de los mitos que más daño ha hecho al sector de la formación online. Los cursos en este ámbito siempre cuentan con profesores cualificados y con experiencia.
Es más, en este sector se esfuerzan por demostrar la valía de los profesores, de manera que se vuelcan más en los cursos que desarrollan sus alumnos.
De hecho, tienen múltiples funciones. Se encargan de seguir su desarrollo formativo, de evaluarles, atender a sus consultas, concertar tutorías para comprobar el estado de todo, así como analizar las verdaderas opciones de aprobar de sus estudiantes.
Solo tienes un temario digitalizado
En la formación online el temario se accede obviamente por Internet. Pero no se limita a la digitalización de un libro de texto.
Los temarios de cursos de formación online están elaborados en la mayoría de casos por los mismos centros. En consecuencia, están muy bien organizados y expuestos, para facilitar el aprendizaje del estudiante.
Además, no solo hay temario en un curso online. También hay recursos digitales que, dependiendo del centro, pueden ir desde bibliografía anexa hasta ejercicios individuales o en grupo, talleres prácticos y hasta clases online, para poder ver en directo o más tarde.
En estos cursos se dedica menos tiempo al estudio
Una de las características de la formación online es el hecho de que es el estudiante quien decide cuánto tiempo dedicar al estudio. Esto puede hacer parecer que fuera a dedicar el menor tiempo posible, pero en realidad es todo lo contrario.
Si bien el estudiante es quien se organiza su tiempo y todo el temario del curso puede adaptarse a ello, el compromiso de tener que estudiar sin obligaciones, solo por el bien de su futuro profesional, le motiva a dedicarle el mayor tiempo que puede.
Te aprueban porque pagas
Un curso de formación online requiere el pago de los estudios, como sucede también con otro tipo de academias o incluso universidades.
Esto nunca ha supuesto el hecho de que en uno de estos centros aprueben al estudiante, solo por el hecho de que tenga que abonar partidas económicas.
Más bien al contrario, se adquiere un compromiso ético y contractual de exigir lo máximo al estudiante y así se realiza hasta que está realmente preparado para aprobar, en pruebas oficiales que lo dictaminen.
Un curso de formación online esta menos reconocido
Por suerte, este mito de la formación online está desapareciendo a gran velocidad. La demostración de calidad profesional de anteriores estudiantes, el aval de Universidades o incluso la propia reputación que van adquiriendo los centros de formación, ayudan a que su reconocimiento sea cada vez mayor.