La mayoría de estudiantes de un curso de formación online lo han realizado teniendo como objetivo aumentar sus posibilidades de encontrar empleo.
Una vez terminado el curso de formación online, es el momento de plasmar los conocimientos obtenidos y la mejora competitiva en el currículum, algo que debe realizarse de forma correcta si se quiere aprovechar todo el potencial de su desarrollo.
Darle la importancia que se merece
Igual que se destaca la obtención de una licenciatura o el desarrollo de un curso superior, cualquier tipo de formación online merece un lugar destacado en el currículum. De esta forma asignamos al curso la importancia equitativa del conocimiento obtenido y su ventaja competitiva para el estudiante.
Identificar la institución de formación online
Es recomendable identificar la institución de formación online donde se ha realizado el curso. En esta identificación, la presencia del website oficial permitirá a los responsables de una empresa descubrir más sobre la institución y confirmar su autoridad en el sector.
Si es posible, algunos datos del centro formativo pueden consolidar más su prestigio como años desde su fundación, especialidades formativas o reconocimientos obtenidos.
El objetivo es que la empresa que consulta el currículum certifique que no solo el conocimiento obtenido por el estudiante es el adecuado, sino que el centro formativo encargado de este propósito es toda una referencia en el sector.
Vincular las prácticas de empresa a la formación online
Si el curso de formación online permitía el aprovechamiento de prácticas de empresa, es mejor vincularlas entre ellas, dado que el reconocimiento es mayor que si son prácticas obtenidas de forma individual.
Las prácticas relacionadas con estos cursos son en la mayoría de los casos temporales. El índice de permanencia en una empresa donde se ha realizado prácticas inmediatamente después del curso de formación online es menor que el de las prácticas realizadas mientras se estudia en centros no relacionados.
El motivo es que en estas empresas se ha firmado un acuerdo de colaboración previo, mientras que en los otros casos se está buscando en la mayoría de los casos un profesional que termine quedándose a trabajar.
Así descartamos ante el responsable de la compañía donde queremos trabajar la imagen de que no hemos dado la talla para mantenernos allí donde hemos realizado las prácticas de empresa. Todo lo contrario, si dejamos clara esta relación, se vincula el conocimiento obtenido con prácticas específicamente orientadas a su aplicación profesional, presentando así al candidato con una aptitud absoluta para desempeñar un puesto de trabajo en el que ya tiene demostrada experiencia.
